Decir que vivimos en una sociedad de imágenes es de lo más cierto que podemos afirmar. Con sociedad de imágenes no nos referimos a una sociedad que da mas importancia a las apariencias que a contenidos y significados (aunque sobre esto podríamos hablar también) sino a una sociedad en la que la comunicación parece pasar cada vez más por fotos, vídeos e imágenes en general.

Será la comunicación verbal suplantada por una comunicación por imágenes? Probablemente no se llegará a tanto, pero sin duda las imágenes tienen cada vez más peso en nuestra forma de comunicar. No decimos nada nuevo si afirmamos que – a veces –  las imágenes son más elocuentes y expresivas que mil palabras (lo sabían los artistas que enriquecían sus cuadros con símbolos que podían interpretar aquellos que no sabían leer, y lo saben las agencias de publicidad que apuestan, además de por los slogans, por imágenes persuasivas). La importancia de la comunicación por imágenes, sin embargo, parece haber explotado con el desarrollo de Internet y de las redes sociales en particular, sin olvidar la difusión de smartphones, tabletas y otras herramientas que permiten inmortalizar y compartir todo lo que queramos.

Es suficiente hacer un breve repaso a las últimas novedades en el terreno online y de las redes sociales para darse cuenta: Pinterest, que permite compartir y organizar imágenes por categorías temáticas, ha pasado a convertirse en una herramienta de marketing consolidada después de haber crecido de 1,2 a 11 millones de usuarios en sus nueve primeros meses de vida. La adquisición de Instagram por parte de Facebook; el gran número de likes y comentarios que las imágenes y vídeos consiguen en estas plataformas (según estudios de Harvard Business School ya en 2012 el 70% de la actividad en Facebook se concentrava en las imágenes, imagina ahora!). Los cambios en la timeline de Facebook, cuyo layout privilegia más las imágenes en cada una de sus nuevas versiones. Todo esto nos da la medida de cuánto las imágenes se estén convirtiendo cada vez más en un pilar de la red y, en consecuencia, de la comunicación.