Mi amigo Facebook

Vistas las preocupantes noticias que cada día leemos en los periódicos o vemos en la televisión, los padres están cada vez más preocupados por Internet, las redes sociales y en especial Facebook; un mundo desconocido para muchos de ellos, una marea de imágenes e información que bombardea cada día a un número infinito de personas de todas las edades y que cada día se conectan a la red para buscar información, por trabajo o para conocer personas nuevas. La preocupación nace sobretodo del hecho que los más jóvenes pasan horas y horas delante de un ordenador o smartphone, dedicando menos tiempo al estudio y a relacionarse en persona con sus amigos.
“Para algunos adolescentes las redes sociales son la principal vía de interacción social. Algo más común y habitual que ir a un centro comercial o a casa de un amigo -ha explicado Gwenn O’Keeffe, (pediatra de Boston que ha contribuido al estudio de la American Academy of Pediatrics). Gran parte del desarrollo social y emotivo de esta generación es online, vía Internet y en dispositivos móviles. Los padres necesitan entender mejor estas tecnologías para poder interactuar con el mundo de sus hijos.“.
¿Dónde quedan las carreras en bicicleta, las partidas de fútbol y las eternas conversaciones y risas en el portal? Hoy los jóvenes prefieren pasar dos horas a chatear con amigos o coetáneos de los que no conocen ni siquiera el nombre sino solo un pseudónimo, que estar jugando al aire libre. Los padres temen que sus hijos no sean capaces de entender y evitar situaciones peligrosas, haciéndose pasar por algo que no son, más mayores, más expertos.
Por suerte mi mundo es el mundo de Internet, de las redes sociales y de los chats, de las búsquedas en motores como Google, si no yo también tendría miedo, por ignorancia, por la poca voluntad y curiosidad de entender y descubrir.
Sí, porque las redes sociales no son solo un sitio peligroso, si se usan de la forma correcta son capaces de estimular la creatividad mediante la comunicación.
Ahora, queridos padres, pensemos: no creéis que espiar a vuestros hijos y robarles los datos de acceso serviría solo para que os pierdan toda confianza? Imagino que a todos se nos pasa por la cabeza hacerlo alguna vez, pero los que somos padres sabemos cuánto es difícil recuperar la confianza que tanto nos ha costado ganar para hacerles entender que estamos a su lado, no para hacerles la guerra sino para ayudarlos y apoyarlos. Debemos profundizar junto a ellos sobre lo que deben conocer, ayudarlos a entender que deben proteger su privacidad y que pueden hacerlo simplemente no compartiendo datos personales y fotografías con “amigos de amigos”.
Hablemos con ellos de los aspectos positivos de Internet, del hecho que pueden encontrar información interesante, hacer búsquedas para sus estudios, encontrar consejos útiles y hablar con personas que comparten sus intereses, además del peligro que tiene no hacer un buen uso de esta herramienta.
Hagámosles entender que no hace falta esconderse detrás de perfiles falsos, apoyemos su autoestima haciéndoles entender lo importantes que son, ellos y su personalidad, que son únicos y merecen estima y confianza.
Cojámosles de la mano y naveguemos junto a ellos, haciéndoles entender que nuestra actitud no es una invasión sino una necesidad por conocer, un modo de comunicar con el mismo lenguaje, un soporte no invasivo, una solicitud de amistad, virtual o real!